martes, 23 de julio de 2013

El Anillo Del Rey...

EL ANILLO DEL REY...
No se quién lo escribió pero me gustó...



Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:

- Estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores

diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda 
ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, 
y a los herederos de mis herederos, para siempre.

Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.

Quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito

grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras
 que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total..
. Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.

El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de supadre.
 La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba 
como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, 
de modo que también lo consultó. Y éste le dijo:

-No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje.

Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente
, y en una ocasión me encontré con un Sacerdote. Era invitado de tu padre 
y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento,
 me dio este mensaje, el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló 
y se lo dio al rey. Pero no lo leas le dijo, mantenlo escondido en el anillo.
Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres 
salida a la situación.

-Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el

reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo

perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos.
 Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: 
enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. 
Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. 
Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante
 y no había ningún otro camino...

De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un

pequeño mensaje tremendamente valioso:

Simplemente decía  "ESTO TAMBIÉN PASARÁ".



Mientras leía "esto también pasará" sintió que se cernía sobre él un gran

silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el

bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es
 que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos.
 El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido.
 Aquellas palabras habían resultado milagrosas.

Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y

reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso 
en la capital hubo una gran celebración con música, bailes...
 y él se sentía muy orgulloso de sí mismo. El anciano estaba
 a su lado en el carro y le dijo:

-Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.

-¿Qué quieres decir? preguntó el rey. Ahora estoy victorioso, la gente

celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.

-Escucha, dijo el anciano: este mensaje no es sólo para situaciones

desesperadas; también es para situaciones placenteras.

No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes

victorioso.

No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el

primero...

El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "Esto también pasará", y

Nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio 
de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, 
había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. 
Se había iluminado. Entonces el anciano le dijo:

RECUERDA QUE TODO PASA. Ninguna cosa, ni ninguna emoción
 son permanentes.

Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza.

Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza, porque son la

naturaleza misma de las cosas.

GRABATELO BIEN EN EL CORAZÓN...

3 comentarios:

  1. Gran y sencillo mensaje a tener presente en todas y cada una de las experiencias que tengamos que vivir.

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